Entrada de la Imagen del Niño Jesús en el Barrio

    La primera manifestación del Catecismo en público ha sido la brillante procesión con la imagen del Niño Jesús, desde la iglesia parroquial de San Nicolás hasta la Capilla de Atocha; tuvo lugar el domingo 16 de mayo de 1915.

    Este acto ha sido verdaderamente trascendental; primero por la imagen, que tanto ha influido en todos los movimientos y actividades que culminaron en la fundación de la Obra de que venimos tratando.

    Teniendo en cuenta el plan de enseñanza y el fin del Catecismo se ideó esta imagen, que había de ser el centro inspirador y propulsor de todas las actividades, con su divino Corazón al descubierto, las uvas y espigas en sus manos, como símbolos eucarísticos, atrayendo con su hermosura singular los corazones de las niñas, especialmente las que formaban la Guardia de María, las cuales, a imitación de su Madre celestial, habían de ser colaboradoras en la obra providencial de su divino Hijo en el Catecismo de Atocha.

    La procesión, que ofrecía la novedad de ser la primera de niños que se celebraba en la ciudad, llamó poderosamente la atención por la vistosidad de la presentación de la Guardia de María con sus bandas-insignias, las niñas vestidas de blanco portando estandartes que representaban las promesas del Sagrado Corazón, el entusiasmo de los cánticos y, sobre todo, la atrayente y dulcísima mirada de la imagen del Niño Jesús entrando en el barrio de Atocha.

    La luz de la infancia espiritual como medio de santificación y más íntima unión con Jesús Sacramentado se dejó sentir desde el Catecismo con la influencia, suave y encantadora, de la imagen de Jesús-Niño (adolescente).

    Esta imagen del Niño Jesús se ha encargado para el catecismo y se planeó como compendio y expresión simbólica de formación cristiana, símbolos que caracterizan esta devoción; además eucarístico, con sus uvas y espigas, señalando que en la Eucaristía está realmente Aquel a quien la imagen representa; con sus pies descalzos, demostrando que viene en busca de los pobres y que es amigo de los niños; finalmente de una hermosura tan singular que con su mirada ganase los corazones.

    Esta imagen inspiró, dirigió y animó todos los trabajos de propaganda; ha sido siempre, como lo es ahora, el centro y vida de todas las actividades de nuestro Apostolado.
    Del folleto: La GOA su Origen, Constitución y funcionamiento (pág.6 y11)

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    Musical Baltasar Pardal

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