Fiestas al Sagrado Corazón de Jesús Niño en el barrio de Atocha - 16 de mayo de 1915


                   Niñas de Atocha, niños todos de San Nicolás y San Roque. ¡¡Alegría que la fiesta está a la puerta!! Banderas…estandartes…flores y carrozas, todo está preparado: venid todos con vuestros corazoncitos alegres e inocentes a recibir y llevar en triunfo a aquel Corazón divino de vuestro hermanito Jesús.

    Sus delicias son estar con vosotros
    Por eso viene tan contento y con su dulce e inocente sonrisa y aquella su mirada, mirada de Dios como me decía un catequista muy amigo vuestro, quiere robar todos vuestros corazones y, a juzgar por las muchas provisiones que trae consigo, parece viene para quedarse con vosotros; pues aprieta sus manos como que no puede ya con tantas uvas y espigas, para significar la hartura que ofrece a sus amigas y amiguitos en la Sagrada Comunión. Mirad cómo su corazoncito le sale por fuera del pecho para deciros cuanto os ama y para volveros locos de amor a los que tanto le queréis y hasta trae sus pies descalzos para que se los puedan besar las niñas y los niños pobres y descalzos.

                ¿Verdad que es muy bonito y encantador el Niño? ¿Quién no le canta con todo su entusiasmo? ¿Quién no desea tener todas las flores para ofrecerle? ¿Quién no quiere el honor de rendir a sus pies una bandera? Pues ¡ea! Vengan cantos, flores y banderas: venid niñas de Atocha y niños de San Nicolás y San Roque a la

    Procesión
    que se celebrará el domingo dieciséis a las cinco en punto de la tarde; mas antes como buenos cristianos a cumplir con el Santo Precepto Pascual, que os obliga a todos los que tenéis uso de razón a confesar y comulgar por lo menos una vez al año.

                A confesar, pues, todos vuestros pecados, sin dejar ninguno, el sábado por la tarde y el domingo a las ocho en punto a comulgar en San Nicolás con mucho orden y recogimiento, como los angelitos.

    Tatari…tatari…
    a formar. Por la tarde a las cinco en punto los tres catecismos de la parroquia bajo las órdenes de sus respectivos catequistas a la Procesión que saldrá de San Nicolás, subirá por Panaderas, Campo de la Leña y San Juan hasta la Capilla de Atocha. En el Campo cantaremos el himno “Cristo vence…” que repetiremos en la Atocha.

    ¡¡¡Orden!!!
    Como soldaditos (y hasta las niñas este día tendrán aire marcial) cada uno en su puesto, firme y en fila, sin correr, adelante sin quedarse rezagado atrás.

    Abrirá marcha la gaita gallega, que ese día “para todos canta”; a derecha e izquierda formarán en dos correctas filas las niñas; delante las que llevan gallardetes y siguiendo detrás las abanderadas: en medio de estas dos filas, irá la brillante y numerosa escolta del Sagrado Corazón compuesta de 76 niñas, apareciendo primero el estandarte del Catecismo de Atocha, seguirán otros 12 con las promesas del Sagrado Corazón y a la cabeza de éstos irá el de la Purísima anunciando las promesas y señalando el camino más recto y más corto para ir al Sagrado Corazón que es “María”: al final de todos irá el estandarte con los colores de la bandera y el escudo nacional con la promesa del Sagrado Corazón “Reinaré en España”.

    Al terminar las niñas con sus banderas irá la Imagen tirada de cintas por niñas de Primera comunión, rodeada por la Guardia de María Inmaculada. Detrás de la Imagen seguirá la banda del Hospicio y los niños de San Roque y San Nicolás en dos filas y a quien más formal, presidiendo la Procesión el señor Cura de la parroquia. En medio de los niños y tiradas por ellos rodarán dos engalanadas carrozas: la primera cargada de palomas regaladas por un entusiasta del Catecismo y la segunda con los regalos que el señor Cura hace a las niñas y niños más aplicados y más perseverantes de los tres centros.

    ¡¡¡Niñas, niños, fijaos bien en este orden que debéis observar y aprendedlo de memoria: cada uno en su puesto firme… y así dais un chasco a aquellos que dicen, que en todas partes sois revoltosos y en todos los sitios estorbáis…hasta en…la Iglesia!!!

    Y vaya también un poquito a los formales…
    Me diréis…-¿y cómo se las va a arreglar para acomodar tanta gente?
    -Dime, amigo, ¿cuánta crees que va a asistir?
    -Váyalo usted a saber; pero bien se puede adivinar que toda esa tropa menuda, con sus escoltas…banderas…y estandartes, no cabe en la Capilla de Atocha, cuando se ve que sólo las niñas del Catecismo la llenan y se asfixia uno en sus fiestas.
    - Sí, eso mismo también adivino yo; que ni dos capillas llegarían solo mis amiguitos, tan nobles y tan leales.
    -Pero ¿creéis acaso que porque los barrios pobres y más pobres barrios tengan capillas también pobres que por eso el Dios de los pobres los deja sin templo en el cual puedan adorarle?
    -Tranquilizaos y cálmese vuestra inquietud: no se asfixiará usted querido amigo. Tendremos templo donde dar gloria al Sagrado Corazón; templo grandioso, cuya cúpula es la inmensidad del cielo; cuyo altar es el corazón de todos y este altar en cualquier parte puede levantarse, hasta en los barrios pobres y nosotros tendremos este templo y este altar en…la calle…al aire libre…en la plaza al lado de la capilla, por la ancha y larga calle de San Juan…y no digo si estará hermosos y sublime este templo con tantos y tan buenos corazones.

    - ………………………………………
    -Todo menos eso…

    -¿O es que también creéis que en los barrios no hay corazones buenos, nobles y…muy grandes…? ¡Ah, todo menos eso!... Pase que el barrio de Atocha y contornos tenga capilla pobre, porque no se la podemos hacer mayor, aunque bien pudiera ser que el entusiasmo, que es lo único de que disponemos los que allí nos reuniremos, explote un día y tire la vieja para hacer una nueva iglesia muy grande…pero muy grande…aunque con dolor, podemos transigir con que no tenga una escuela muy grande con un crucifijo también grande…toleraremos por la fuerza, el que no tenga una cocina a la vez muy grande. Sufro con toda la pena de mi alma, que a torrentes bebe las aguas de una amargura, que no es para decir, sufro, digo, que falten todas esas cosas para con ellas poder tener unas niñas y unos niños con el alma iluminada por aquel grande crucifijo y los estómagos hambrientos repletos en aquella también grande cocina y así satisfechos e instruidos llevarlos a aquella no menos grande iglesia, para mandarlos después sanos y fortalecidos en su alma y en su cuerpo a su humilde casita, que ya no sería entonces ni tan pobre, ni tan triste, ni se verían correr las lágrimas del padre sin trabajo (y éstas sí que conmueven) porque no tiene pan para sus hijos…

    Sí, no tiene esas grandezas el barrio, no sé porqué… más, por lo que no paso es que se diga que no tiene corazón grande, que solo hay allí pobres corazones, ¡ah! Eso sí que no se puede consentir ni tolerar.

    Hay allí corazones buenos, aunque fríos por falta de amor: almas grandes y de gran virtud, de muy alta nobleza e intachable y sublime honradez: y si algunas ¡pobres! Cayeron… las recogió tal vez el vicio porque las abandonó la virtud…

    Hay allí, pues, corazones grandes generosos y ellos formarán el dosel más preciado, el altar más artístico, el templo más grandioso al Corazón de Jesús.

    - .............................................
    - Todo menos eso…
    ¡Pobre y querido barrio! No tienes aquellas grandezas, porque no pueden o porque no quieren; pero siempre reconoceré y pregonaré la nobleza de tu corazón y de tu alma, que abre las puertas a la caridad…

    Si tu quisieras, Divino Corazón… que te sonríes dulcemente y tanta hartura ostentas en tus manos…

    Niño divino
    Atocha entera
    En Ti espera
    Su salvación

    Un ruego a los fieles espectadores. -Paso a los niños
    No los impidáis ir dando la escolta a su Rey y Amigo: dejadle franco el paso, sobre todo, al formar en el atrio de San Nicolás y al llegar a la Capilla: allí enfrente se colocará la imagen donde todos puedan verla y desde una tribuna se entregarán los regalos a las niñas y niños premiados.

    - Y ¿quién responde del orden de esta numerosa y tan inquieta tropa menuda…?
    - De ellos responden sus catequistas que imperan y atraen con su cariño. Para los demás no tengo otra fuerza que la del amor, que es paciente, que es sufrido, que es benigno… y como sé que el amor abunda en el corazón de todos los coruñeses, espero confiado que sabrán dejarnos el lugar conveniente y necesario para colocar todas las niñas y niños principalmente en el frente de la Capilla.
    Proclamemos el reinado del Amor y si él nos mueve a todos, nos entenderemos muy bien…
    En la procesión irán solamente las niñas y los niños con sus catequistas.
    Gracias a todos

    Al muy digno señor Cura de San Nicolás por la benevolencia con que siempre ha mirado nuestros proyectos y la generosidad con que ha contribuido a su realización; a los queridos compañeros, celosos catequistas, estimadas catequistas y amados protectores por vuestra constante y valiosa cooperación. ¿Cómo olvidar aquellas correrías, fatigosas subidas y santo entusiasmo con que a porfía trabajasteis para que fuese realidad lo que como sueño os anuncié?

    Y a vosotras, amadas Guardias y queridas niñas del Catecismo ¿qué os diré? Os diré que os habéis portado varonilmente: trabajasteis  como buenas y con vuestras fervorosas Comuniones y oraciones preparasteis la venida del Divino Niño.

    Tampoco me olvido de vosotros, niños queridos, por el entusiasmo con que acogisteis nuestras indicaciones y requerimientos.

    Que Dios pague a todos cuantos trabajasteis en esta santa obra vuestros sacrificios y generosos desprendimientos y pedid a María que con esta fiesta quede asentado sobre inconmovibles cimientos el reinado del Sagrado Corazón.
    En Él os abraza
    El Capellán de Atocha

    De la Edición Facsímil de Revistas de la Grande Obra de Atocha
    Reseña sobre la Entrada Triunfal de Jesús Niño y su Entronización en la Capilla de Atocha (16 de mayo de 1915)

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